La estrategia política está pasando por profundos desafíos que si no son atendidos oportunamente por los profesionales de la comunicación, estos corren el riesgo que el cambio les cobre factura y sus metodologías se vuelvan caducas frente a nuevos problemas que requieren nuevas respuestas.
Para enfrentar estos nuevos retos, debemos tener una mirada estratégica a nuestros propios procesos y sistemas. Comenzando por analizar cómo entender al elector de hoy en día, desde una perspectiva amplia. Cuestionar los aspectos básicos de este oficio e inclusive de los consultores más consolidados, esto último es vital para entender los nuevos desafíos.
Me permito compartir algunas herramientas que nos ayudarán en nuestra capacidad de cuestionamiento y de interpretación.
Para mejorar tu capacidad de cuestionamiento:
- Céntrate en las causas fundamentales de un problema, en lugar de los síntomas.
- Haz una lista de las clásicas suposiciones sobre un aspecto de la consultoría.
Para mejorar tu capacidad de interpretación:
- Cuándo analices datos ambiguos, enumera al menos tres posibles explicaciones de lo que observas.
- Oblígate tanto en acercarte a los detalles como en alejarte para ver el panorama general.
- Busca activamente la información que falta y las pruebas que refutan tu hipótesis.
- Completa tus observaciones con un análisis cuantitativo.
- Analiza el problema desde varios ángulos para comprender las causas fundamentales.
Los nuevos tiempos que vivimos, implican un abordaje nuevo y distinto a las prácticas, sistemas y metodologías que hemos venido utilizando por años. Es evidente que no están funcionando; las encuestas, consultores, analistas, periodistas no logran entender el problema central de las sociedades dónde se mueven y es por ello, que nunca logran acertar en su pronóstico de quién resultará elegido en alguna elección.
Llegó el tiempo de adaptarse o morir
Los grandes consultores son dinámicos. Las nuevas campañas electorales exigen que los consultores se adapten y cambien constantemente.
Blockbuster, Nokia y Kodak han tenido que morir por no evolucionar. Al igual que los consultores más exitosos deben ir cambiando a medida que las campañas se van volviendo más sofisticadas. Si un profesional de la comunicación política quiere ser exitoso debe dar un giro cuándo es necesario; el dinamismo es una habilidad que debe ser acompañada de la curiosidad intelectual, y complementada con habilidades sociales, habilidades de comunicación, inteligencia social e inteligencia emocional, que faculte al consultor a moverse por su entorno, trabajar en equipo y relacionarse bien con otros.
El dinamismo puede derivar en un pobre desempeño social. Los consultores puramente dinámicos pueden ser visionarios y disruptivos, pero carecen de habilidades para relacionarse con otros y poner en marcha sus ideas.
La consultoría de hoy tiene un alto nivel de exigencia y competitividad, las expectativas de los clientes se han disparado, y gestionar las expectativas se ha vuelto parte del oficio.
Es imperativo que estemos abiertos al cambio y que no perdamos de vista el entorno externo y entendamos que las viejas formas de trabajar ya no son aceptables en el mercado en el que competimos.
Rodéate de otras personas que complementen tus rasgos. Permíteles a la gente de tu equipo que hablen y te cuestionen. Equilibra tus habilidades sociales con tu dinamismo.
A medida que las consultores se esfuercen por ser más dinámicos y los clientes exigen una mayor capacidad de anticipación y adaptación, debemos tener la sensibilidad ante el complejo y cambiante mundo en el que vivimos, capacidad para anticiparse a las perturbaciones inesperadas y voluntad para replantearse constantemente las creencias y los supuestos más básicos.
Por supuesto, pocos consultores lograrán adaptarse. RIP