Las conversaciones en los medios digitales están siendo desaprovechadas.
Los estrategas digitales a la vanguardia no vamos tras la validación social que representa el LIKE, vamos tras los datos. Los “Me gustan” no votan porque no conocemos quienes están detrás de ellos.
Nuestras estrategias han ido evolucionando acorde a la complejidad del elector y ahora el principal negocio de agencias como Facultad reside en la recolección de datos, como mails, números de whatsapp, etc.
Blue State Digital, Election Mall, plataformas como Nation Builder hace mucho tiempo salieron del negocio del marketing digital y se instalaron en la de recolección de datos.
Estas grandes empresas norteamericanas entendieron que las plataformas digitales eran un medio en sí mismo, no el fin. Eran el conducto para movilizar y activar voluntarios.
En estos días de CORONAVIRUS las campañas digitales pasaron del anticuado LIKE a la movilización de electores.
Las tecnologías de campaña como Datametrix cada vez más se orientan a la conversión. Estudian la comunicación de los simpatizantes para que los estrategas sepan que resortes tocar y movilizar.
Para recolectar los datos, debemos identificar a las personas detrás de las redes sociales, sus necesidades reales, sus temores, sus esperanzas, lo que les preocupa o los que no les deja dormir y hablarles de las necesidades que ya tiene, no oscurecer su mente con información nueva. Debemos hablarles de forma simple desde su lógica, no desde la del político o del estratega.
Conectar con ellos nos ayudará a generar un ejercito de activistas digitales. No solo a través de medios digitales sino cruzándolo con el potencial territorial de sectores, organizaciones y movimientos ciudadanos organizados.
Normalmente los medios digitales en política se usan únicamente en formato publicitario, de promoción o de visibilidad, no de conversión. Necesitamos saber quiénes están detrás de cada like, ubicarlos y definir como activarlos.
¿Y como se logra eso?
Conectando.
Primero debemos conectar con usuarios reales para hacernos relevantes por medio de mensajes sencillos, simples y que hagan voltear al usuario, generalmente pasivo y distraído.
Luego de ello:
Contenidos que agreguen valor
El valor de los contenidos reside en que tan bien tengamos definidos a las personas que componen nuestra comunidad que generalmente está dividido en varios fandoms. A mayor comunidad menos homogénea y por lo tanto menos alcance. Los contenidos que podemos generar para recolectar datos pueden ser whitepapers, webinars, ebooks o toda acción donde el usuario deje sus datos para luego ser utilizados por nosotros en una acción posterior.
Finalmente:
Se exige a la comunidad realizar una acción específica, es el momento de desvirtualizar al usuario y sacarlo de su sofá y atraerlo a una iniciativa determinada y con un poco de Gamification podemos mantenerlos atentos a las actividades.
De esta manera, se van creando comunidades por diversos medios como Whatsapp o Facebook, luego de realizar un inventario inicial de los grupos adherentes.
Este proceso nos ayudará a encontrar embajadores y voceros digitales para obtener un mayor alcance no solo del mensaje sino que además se traslade al trabajo en tierra.
La disputa por el voto joven se produce en internet. Si quieres arriesgar tu campaña para ver si las plataformas digitales son determinantes, adelante. Mucha suerte.
Abrazos Digitales,
Andrés Elías
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