En entrevista radiofónica, Andrés Elías, estratega digital experto en campañas electorales, habló del panorama para las siguientes elecciones en Ecuador.

Lo primero que señala es que las encuestas muestran un gran sentimiento de enojo en el electorado. Esto hará que la elección sea un plebiscito sobre el gobierno actual, cuyo discurso de “no hay tal mesa servida” ya está desgastado. La gente no quiere oír sobre los agravios del gobierno anterior, ya quiere cobrarles cuentas a los responsables por la administración actual. Será una elección con votos de castigo.

En términos generales, el encuadre o framing de la elección será el empleo, la salud y la economía. Poco va a importar si hay izquierda o derecha en Ecuador, sino más bien si los candidatos sabrán hablar de los temas que le interesan al electorado y si sabrán escuchar ese enojo que predomina.

Hablando de los partidos, de entrada es importante subrayar dos factores clave: uno, que el correísmo ya tiene un pie en la segunda vuelta (si Correa entra de vicepresidente, pueden ganar en la primera vuelta); y dos, que la derecha tiene una gran desventaja al estar dividida, dispersando el voto.

Sobre el punto del correísmo, hay que recordar que, para las personas que votaron por Correa, su gobierno fue de beneficios para el país. Hay cosas tangibles, como las carreteras, que la gente señala como logros de su gestión. El problema de Correa es que solo habla mirando al pasado, cuando la gente quiere oír hablar del futuro, de la esperanza. Sin embargo, no hay que descontar la jugada maestra que fue escoger de candidato a Andrés Arauz, una figura bonachona (quizá demasiado: en México se dice que “lo bueno sigue a lo pendejo”) que ultimadamente lo modera.

Y ¿por qué es bueno que lo modere? Porque la gente ya no quiere entrar en un ciclo de venganzas, de conflicto, que ellos ven como “traiciones”. Esto es algo que también tiene que entender Yaku Pérez, quien, por cierto, no ha alcanzado su techo (a diferencia de candidatos establecidos como Correa o Lasso). Él tiene mucho por crecer, pero necesita moderarse. Si sigue cometiendo errores como el de postular una candidata a vicepresidenta que tiene que salirse de la contienda por cosas que le encontraron en su Twitter… No va a prosperar con esos errores infantiles.

Cabe mencionar que, así como la derecha está sufriendo por tener su voto disperso, la izquierda puede sufrir por lo mismo. Si yo estuviera asesorando al gobierno, le aconsejaría que impulsara la candidatura de Yaku Pérez para que le reste votos al correísmo.

La derecha tiene que sentarse a negociar. Por supuesto, hay un costo político por pagar cuando te alías con tu adversario, pero si enfrentan al correísmo con el voto dividido no tienen posibilidades. No obstante, el electorado está consciente de que los escándalos de corrupción de este gobierno se deben a los espacios de cogobierno que se abrieron. A pesar de esto, pactar y ceder espacios entre la derecha es el único camino que les queda hacia la victoria.

Es importante señalar que estamos en un periodo en el que hay muchas candidaturas o precandidaturas que no suman más del 1%. Esto lleva a que de aquí al 3 de septiembre, que es cuando se inscriben las alianzas, estos candidatos vayan a negociar y vender, muy caros, esos 1% de votos, que pueden ser la diferencia entre la victoria y la derrota en las elecciones.

Hablando del sistema ecuatoriano, no hay que olvidar que en este país el voto es obligatorio. Alguien que baje de un pueblo apartado a ejercer su voto, ¿por quién va a votar? Es claro que por el candidato que tenga mayor presencia en los medios, el que tenga top of mind. Esto favorece a los candidatos establecidos.

Al mismo tiempo, estos candidatos suelen ser más tradicionales, y depender mucho de la campaña en Tierra. Con la pandemia (que la OMS señala que durará todavía otros dos años), no será posible hacer campaña de tierra. Mi consejo sincero para todos los políticos es que contraten Consultores Políticos Digitales, gente profesional y experta, no los falsos iluminados que pululan en Ecuador.

Una última nota sobre el sistema: en elecciones recientes en Puerto Rico y República Dominicana se aplazaron las votaciones por la emergencia de salud. Yo creo que esto sería acertado en Ecuador, aunque no hay que olvidar que la campaña no empieza en diciembre, la campaña empieza hoy. Quien piense que puede remontar 10 o 20 puntos durante el periodo oficial de campaña está viviendo en el pasado. Hoy en día es necesario trabajar las cosas con tiempo. Existe un mito de que en digital las cosas son rápidas. Nada más falso, es necesario trabajar con antelación y sentar las bases para hacer un buen trabajo.

En conclusión: así como el Covid vino a digitalizar nuestras vidas, vino a digitalizar las campañas. Los candidatos que sepan aprovechar este medio tendrán una ventaja competitiva, sin dejar de lado claro toda la coyuntura partidista que he mencionado.