¿Te ha tocado dar una conferencia en el CampaignTech? ¡Ah, pues, a mi sí!
Nada mejor que comenzar con un poco de humor esta columna y si te cayó mal el chiste quiere decir que no estás preparado para dar una conferencia (¿Quién me repartió carnet?).
Es que el mejor termómetro para saber qué tan preparado estás para dar una conferencia reside en tu estado emocional, en tu seguridad, en tu confianza.
Te compartiré mis secretos antes de dictar una conferencia. Me faltarán muchas recomendaciones, pero estas son las que personalmente he desarrollado para mí y podrían funcionar para ti.
Investiga: Luego de definir de qué hablarás es momento de investigar y darle forma a lo que compartirás con tu público, la estructura es importante: Inicio, Desarrollo y Remate o Cierre (éste debe ser poderoso).
Aborda temas con los que te sientas cómodo: Antes de preparar una conferencia, lo primero que defino es el tema con el que me siento más cómodo. Durante la Cumbre Mundial De Comunicación Política hablé sobre un tópico donde pedí a mi comunidad que me ayudara a elaborarlo, recibí muchas sugerencias, además les pedí que me dieran consejos acerca de las sugerencias que me enviaron. El resultado es que hablé de un tema con el que no me sentía cómodo y aunque todo salió bastante decoroso, la sensación no fue la mejor, porque no estaba en mi elemento.
Escribe un artículo: Luego de investigar y de darle forma a la estructura yo elaboro un pequeño guión con todos los elementos de la Conferencia que son mi insumo para crear un artículo sobre el tema. En el artículo me explayo, amplío la charla, la comparto en redes sociales y me siento a esperar la retroalimentación de mi comunidad.
Practícalo con tus amigos: Al momento de preparar el discurso identifica las palabras demasiado rebuscadas y elige las más simples de comprender. Yo, días antes de la conferencia, le cuento a todas las personas que me lo permiten sobre mi conferencia. Organizo webinars para practicarlo con un público real. Cuando lo practico con otras personas intento encender el televisor, les pido que pongan sus teléfonos a todo volumen. Si nada logra desconcentrarme estoy listo.
Entra a la zona: Este es mi máximo secreto. Para poder emocionar, debes emocionarte. Antes de dar una charla de cualquier tipo, tengo mi propio ritual que me ayuda a entrar a mi zona cómoda y de buen trip. Escucho una canción de Spin Doctors (que no pienso revelar jamás). Hago un ejercicio de relajación de 10 minutos y me pongo enérgico con ejercicios que forman parte de mi ritual.
Tu entrada debe ser fuerte: Y me refiero a enérgica. Yo veo mucho StandUps para robarme ideas de expresiones no verbales y la postura corporal, las entradas, los remates, la postura… el juego con el público. El énfasis, la entonación, los silencios, el contacto visual, etc.
Cuenta una historia: Para mí, el primer minuto es el más difícil, porque ése es mi tiempo en tomar aplomo, así que empiezo con historias imposibles y personales que me sé de memoria. Además me ayuda a generar complicidad y empatía con el público.
Espero que mis consejos te sirvan de algo. Y recuerda que lo más importante reside en cómo te sientas tú.