La política y el uso de los símbolos
Por: Andrés Elías
El hombre es un ser de símbolos. Cada uno de ellos dice mucho sobre quien lo crea y lo porta, ya sea en una playera, en una gorra o en forma de sticker en su carro.
Un símbolo es la representación perceptible a nuestros sentidos, de una idea, que cuenta con rasgos para que una comunidad o sociedad los acepte.
Hay dos contextos en los cuales la importancia de los símbolos es muy relevante, ya que sintetizan y abstraen rasgos y formas de pensar, además de ideas que tienen intenciones similares: llegar a más gente.
En el futbol, está el caso del club inglés Liverpool FC que interpreta la canción “You`ll Never Walk Alone”, una canción compuesta por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein para un musical estrenado en Broadway en 1945.
La canción es el himno del club desde 1960, y es interpretada por los aficionados minutos antes de iniciar el juego. Este gesto fue tan relevante, que el título de la canción ya forma parte del escudo del club.
Se trata de una canción que ha sido interpretada por personas como Frank Sinatra, Elvis Presley o Johnny Cash, pero sirve perfectamente como símbolo que refleja el sentir de los aficionados hacía “Los Reeds”.
El actual club del director técnico español Joseph Guardiola, el Manchester City, alienta junto a su afición a entonar la canción “Hey Jude” del grupo británico Los Beatles. Quizá el momento más relevante fue en la temporada 2011-2012, cuando al minuto 90, en el último suspiro del juego, el delantero argentino Sergio “Kun” Agüero marcó el gol del triunfo ante el QPR, lo que significó el título para los “Citizen”. El momento se prestó para que todo el estadio, además de los jugadores, entonaran la canción del grupo también británico.
También podemos observar las barras de cualquier equipo de futbol y nos daremos cuenta que cada una de ella tiene sus símbolos en particular. Por ejemplo en Brasil, las torcidas llenan de banderas las partes bajas de las gradas acompañadas de imágenes de grandes glorias de antaño.
En México, la afición del Atlas, durante el primer aniversario luctuoso de la hija del delantero Matías Alustiza en marzo de 2017, iluminó la cancha del estadio Jalisco con sus celulares durante el minuto 11 del juego para recordar a la hija del futbolista.
El Boca Junior es un club de amplia tradición en Sudamérica. El club Xeneize, que toma los colores azul y oro de la bandera de Suecia, fue fundado en el barrio de La Boca en 1905. El club es el más popular de Argentina, además de ser el único que ha disputado todas las temporadas en primera división. Su afición también le llama “La mitad más uno”, haciendo referencia a que es el club más popular el país.
En la política hay muchos casos en que se recurre a los símbolos patrios. Como en México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) usa los colores de la bandera en su escudo.
En Venezuela, Hugo Chávez fundó su revolución bolivariana en torno a los símbolos patrios y a los líderes de la revolución, la revolución anti española. Mientras que en Cuba, Fidel Castro utiliza al “Che” Guevara.
El ejemplo más claro de cómo la política usa símbolos para sus intereses, fueron el fascismo y el nazismo. En la Segunda Guerra Mundial fue posible ver más banderas del Partido Nacional Socialista que de Alemania.
En las elecciones para gobernador, el ahora alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro, un día antes de las elecciones de 2015, recorrió todos los lugares emblemáticos de la ciudad. En cada uno de ellos dejó una maceta y una rosa con un mensaje motivacional. El gesto es muy significativo: Guadalajara es conocida como “la ciudad de las rosas”, y volver a colocarlas, según la propuesta del candidato, era devolver a la ciudad su esencia y regresar a los orígenes.
Los nuevos canales
Hay varios canales en una campaña política moderna: digital, tierra y aire.
La campaña digital es aquella que se realiza en medios como Facebook, Twitter, o Instagram, por mencionar algunos. Tierra es la parte en la que se llega puerta a puerta y mano a mano. La campaña de aire es la que se realiza en medios de comunicación tradicionales.
Dentro de la parte digital, el uso de los símbolos tiene que ser muy visual. El uso de la fotografía es un aspecto esencial en este sentido. Antes, el actor político quedaba como protagonista; ahora esa propuesta visual es anacrónica, algo que ya no forma parte de la comunicación política moderna. El actor político siempre debe de estar en segundo plano. En el medio digital se utiliza la técnica de cámara cándida, en la cual el candidato se tiene que ver de manera muy natural. No se trata de hacer la foto de él en medio y con cinco personas a lado. Eso funciona para una red social personal, pero no para la red de un político.
Otro ejemplo es el arremangarse la camisa que puso tan de moda Obama. ¿Qué significa este acto? ¿Cuándo se arremanga una persona la camisa? Evidentemente cuando vas a trabajar. Este simple acto simboliza menos palabrería y más acción.
Cabe destacar que se debe tener cuidado con el uso de estos símbolos y no abusar de ellos. Los ciudadanos digitales son muy perspicaces, y cada vez es más difícil usar estas técnicas sin que se perciban falsas.
Pero ¡ojo!, ¿qué pasa con el simbolismo mal aplicado? Un ejemplo fue la necedad por reflejar a un México en calma con la inauguración de los juegos Olímpicos del 68, que culminó en una rechifla para el entonces presidente Díaz Ordaz. ¿Por qué sucedió esto? Por presentar forma sin fondo. Cuando los hechos no corresponden con lo que se quiere representar, lo primero se antepone: México acababa de pasar por revueltas estudiantiles y una masacre histórica.
Mal empleados, sacados de contexto, los símbolos pueden jugar en contra de quien los usa, ya sea en la cancha o en la arena política.
